Un plan nacional de recuperación inclusivo y equitativo también debe incluir la dignidad, seguridad y protección de millones de trabajadores y trabajadoras esenciales inmigrantes como las trabajadoras de hogar, quienes desempeñan trabajos que mantienen a nuestro país en funcionamiento en momentos de estabilidad y de crisis.

Como parte de la recuperación económica de nuestro país, las personas inmigrantes trabajadoras deberían obtener un camino a la ciudadanía.

Un camino a la ciudadanía para los trabajadores y trabajadoras esenciales les daría a las trabajadoras de hogar inmigrantes mayor seguridad económica y dignidad en el lugar de trabajo. Además, les daría a las trabajadoras de hogar la garantía de asegurar que sus derechos sean respetados, recibir un pago justo y tener acceso significativo a la justicia en caso de sufrir abusos laborales. Las violaciones en el lugar de trabajo son generalizadas y sistémicas en todas las ocupaciones del hogar, empeoradas por el alarmante desequilibrio de poder entre trabajadoras y quienes las emplean, y el miedo al despido laboral o a otro tipo de represalia. Las trabajadoras de hogar inmigrantes son aún más fácilmente explotadas por sus empleadores y empleadoras. Con frecuencia, las trabajadoras de hogar tienen miedo de tan siquiera quejarse sobre los salarios no pagados o las malas condiciones de trabajo por miedo a que sus empleadores y empleadoras tomen acciones que lleven al arresto o la deportación.

Como parte de la lucha por un sistema que trate a las personas con dignidad y respeto, la Alianza se ha unido a We Are Home, una campaña nacional que lucha para transformar el inhumano sistema de inmigración de nuestro país y asegurar que “nosotros el pueblo” verdaderamente incluya a todas las personas.

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