La Carta Nacional de Derechos de las Trabajadoras del Hogar es la primera legislación nacional que busca otorgarles derechos y protecciones laborales sólidos a las trabajadoras de hogar en todo el país. La Carta de Derechos cubre tres brechas principales en la protección de las trabajadoras de hogar en sus lugares de trabajo.
A la fecha, todas las trabajadoras de hogar están cubiertas por la ley de salario mínimo federal y la mayoría están amparadas en la ley de protección por horas extras. La Carta de Derechos cierra la tremenda exclusión pendiente en la protección federal de las horas extras para las trabajadoras de hogar que viven en el hogar donde trabajan que reciben una remuneración privada, de modo que todas las trabajadoras de hogar reciban una compensación y un trato justos.
Actualmente, muchas trabajadoras de hogar están excluidas de las protecciones contra el acoso y la discriminación bajo el Título VII de la Ley de Derechos Civiles de 1964. Esta carta amplía las protecciones de los derechos civiles para las trabajadoras del hogar.
Actualmente, muchas trabajadoras de hogar no están cubiertas bajo la Ley de Seguridad y Salud en el Trabajo. Este proyecto de ley extiende estas protecciones de salud y seguridad ocupacional federales para las trabajadoras del hogar.
Las personas que cuidan a otras personas deben ser capaces de cuidar de sí mismas y sus familias. La Carta garantiza que las trabajadoras del hogar puedan tomarse al menos siete días libres para cuidar de sí mismas y de sus seres queridos cuando están enfermos o necesitan atención médica.
Este proyecto de ley requiere preavisos de despido laboral adecuados para las trabajadoras de hogar que viven en el hogar donde trabajan para encontrar un nuevo hogar y acceder a comunicaciones (por teléfono e internet) para ayudar a prevenir los abusos del lugar de trabajo.
Este proyecto de ley garantiza protecciones de privacidad de sentido común para que las trabajadoras de hogar no puedan ser grabadas en sus espacios privados ni se limite su intimidad.
Crea un acuerdo estándar por escrito para garantizar que trabajadoras y empleadores comprendan los derechos que tienen las trabajadoras de hogar por ley, y sepan que los términos, las obligaciones y las condiciones de empleo en su totalidad son claras y explícitas.
La Carta establece la creación de una Junta de Normas para Trabajadoras del Hogar para que se investiguen las normas de la industria y se emitan recomendaciones de promoción de salud, seguridad y bienestar para las trabajadoras de hogar. La Junta es un mecanismo para empoderar a las trabajadoras de hogar y lograr que se escuchen sus voces en el lugar de trabajo.
La Carta establece una línea telefónica nacional para trabajadoras de hogar en casos de emergencias que no suponen peligro de muerte o para solicitar apoyo.
En nuestra Carta se solicita un estudio y nuevas recomendaciones para mejorar las ayudas federales como asesoramiento de salud mental y asistencia de vivienda para sobrevivientes de acoso en el lugar de trabajo en sectores de bajos salarios, vulnerables y marginados, incluido el del trabajo del hogar.
La Carta de Derechos fortalece las protecciones ante posibles represalias contra las trabajadoras de hogar que ejercen sus derechos.
Establecer nuevos derechos es sólo el primer paso. Los empleadores y las trabajadoras necesitan saber cuáles son y cómo implementarlos. La carta provee recursos educativos y de difusión, incluidas subvenciones para tareas de difusión comunitaria y capacitaciones para trabajadoras y empleadores.
La Carta crea y financia un grupo de trabajo interinstitucional sobre la protección de los derechos de las trabajadoras del hogar en el lugar de trabajo, incluidos DOL, HHS y EEOC para apoyar el cumplimiento de derechos y abordar las barreras para su implementación y cumplimiento. También incluye subvenciones para que las organizaciones de trabajadoras puedan ayudar a estas a asegurar el cumplimiento de sus derechos. Además, la Carta alienta el uso de sistemas de pago u otros intermediarios fiscales para mejorar la transparencia, el cumplimiento de los beneficios y el acceso a estos para las trabajadoras.