El fin de la trata de trabajadoras de hogar. Nuestra campaña Más Allá de la Supervivencia se lanzó en el 2013 y es liderada por trabajadoras de hogar para visibilizar y centrar sus experiencias y liderazgo, para fortalecer las políticas que abordan y previenen la trata de personas.
La campaña Más Allá de la Supervivencia de la Alianza se lanzó en el 2013 y busca desarrollar la capacidad de nuestras afiliadas y sus comunidades como respuesta a la trata de trabajadoras del hogar.
Por medio de trabajo organizativo liderado por las trabajadoras, que conecta la trata de personas con los derechos laborales, los derechos de las y los inmigrantes, la igualdad de género y la justicia racial, trabajamos para acabar con la trata de personas en los EE. UU. y en el mundo.
Más Allá de la Supervivencia se enfoca en visibilizar la experiencia y el liderazgo de las trabajadoras de hogar que han sobrevivido a la trata de personas. Nuestra campaña cuenta las historias de liderazgo y cambio de políticas lideradas por nuestras trabajadoras de la membresía.
Desde diciembre de 2007 hasta diciembre de 2017, la Línea Nacional Contra la Trata de Personas, operada por Polaris, recibió información sobre cerca de 8,000 casos de trata de personas trabajadoras. El número más alto de casos (casi un 23 por ciento) se trataba de situaciones de trabajo de hogar. En los juicios de trata de personas del 2017, el mayor número de casos criminales y civiles relacionados con la trata de personas trabajadoras se relacionaban con el trabajo de hogar.
El hecho de que las trabajadoras de hogar conformen el porcentaje más grande de los casos de trabajo forzado registrados por la línea nacional puede atribuirse, en parte, a la falta casi total de protecciones legales de esta fuerza laboral (la falta de recursos para lograr justicia, obtener pago retroactivo o conseguir ayuda antes de que una situación se haga intolerable o escale a la trata de personas). Las trabajadoras de hogar se han excluido explícitamente de algunas protecciones laborales y en la práctica se han dejado por fuera de otras. Esto se ve de formas prácticas y tangibles, pero también en normas y actitudes que llevan a la explotación y el abuso. Nuestro marco legal implica que estas personas no importan tanto como otras, lo que es un mensaje peligroso para enviarles a las empleadoras y los empleadores.
A Judith le prometieron $1,800 por mes, días festivos pagados y otros beneficios, pero en realidad trabajaba 18 horas por día y recibía $500 por mes. Judith cuidaba a los niños todo el día y también tenía la responsabilidad de todas las comidas y de la limpieza. Sus empleadores y empleadoras le quitaron su pasaporte y la sometieron a maltratos físicos.
Historia de una sobreviviente del Informe 2017 sobre la Trata de Trabajadoras de Hogar
Como si la falta de protecciones bajo las leyes de EE. UU. fuera poco, el sistema por medio del cual muchas trabajadoras de hogar de países extranjeros llegan a los Estados Unidos está tan pésimamente diseñado, que se podría decir que incentiva a la explotación y la trata de personas. Los servicios sociales que proporcionan asistencia específicamente para esta población son relativamente pocos.
El resultado es que muchas trabajadoras de hogar se desempeñan en condiciones de explotación y sufren robo de salarios, al tiempo que trabajan más horas de lo acordado y generalmente llevan a cabo tareas adicionales (por ejemplo, la niñera que también se hace cargo de la limpieza) sin el correspondiente aumento de salario. La situación se convierte en trata de personas si, por ejemplo, la trabajadora de hogar fue contratada o reclutada a través de medios fraudulentos, o si se fuerza a la trabajadora a permanecer en el trabajo por medio de amenazas, violencia u otras formas de fuerza o coerción.
Conozca más sobre la trata de trabajadoras de hogar – lea nuestros informes y explore nuestras hojas informativas y recursos.
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